Retirada de amianto: efectos indeseados de bienes maravillosos
Cuando se consigue en la naturaleza un producto sorprendente cuyos servicios cubren necesidades que se venían padeciendo, se asume como una panacea, dándosele un uso tan amplio que termina convirtiéndose en un peligro para la sociedad. Esto ya sucedió por lo que ahora existe la necesidad de hacer una retirada de amianto o asbesto en las ciudades, y pocas empresas tienen la capacidad de efectuar las tareas que eso involucra.
El asbesto es un material espectacular, usado ampliamente en la segunda mitad del siglo pasado. Entre otras de sus propiedades se destaca que es impermeable, maleable, ignífugo y se puede conseguir en minas a cielo abierto, donde es extraído y procesado para darle una gran cantidad de usos industriales. Es decir, resulta muy barato.
Con solo esas características mencionadas, la variedad de aplicaciones pasa de contarse por gotas a chorros y las empresas se vuelcan a la nueva promesa de bienestar económico y social.
Riesgo de trabajar con amianto
El producto no sufre mayores daños en su procesamiento y utilización. Y además puede ser suficientemente fino para disiparse y mantenerse flotando en el aire. Con lo cual termina teniendo una alta ocurrencia, con connotaciones negativas en este caso, en la salud de humanos y animales que se exponen.
Se ha correlacionado la aspiración respiratoria de los polvos de asbestos y el aumento de cáncer de pulmón, en una proporción mayor que la incidencia del consumo de tabaco.
Luego del uso intensivo de este material en muchas actividades humanas por largos años, su influencia negativa se hace evidente, causando distintas dolencias, especialmente pulmonares. Estas afectan a cualquiera que esté expuesto, pero sobre todo a las personas que trabajan en el montaje debido a la acumulación en el organismo.
Ahora la presencia de dicho componente en las sociedades urbanas altamente congestionadas, se convirtió en una especie de plaga que hay que combatir para frenar la aparición futura de enfermedades de las cuales este sea el factor desencadenante.
Y esa remoción del amianto debe ser hecha por personal formado bajo condiciones muy controladas, a fin de ser depositado en lugares seguros que no permitan su reutilización voluntaria o accidental.