Abogado derecho penal, símbolo de justicia y compromiso
Dentro de la sociedad, el abogado derecho penal tiene una enorme responsabilidad porque es el que se encarga de ayudar a las personas que se ven involucradas, directa o indirectamente, en delitos de cualquier tipo. En el caso particular, el Código Penal español es el marco legal donde están establecidas las leyes que regulan este particular, y desde allí se determinan las responsabilidades de un actor.
Los expertos en esta área del Derecho están capacitados para dar una respuesta efectiva desde el punto de vista de la defensa, o desde el punto de vista de la acusación. Es decir, tanto de responder ante una denuncia, como de establecer una querella, ambas como fórmulas procesales que están inmersas en el derecho penal.
Entre los delitos comunes más conocidos están los siguientes:
- Delitos contra las personas como el homicidio, asesinato o lesiones.
- Delitos contra el patrimonio como el hurto, el robo, estafa, apropiación indebida, entre otros.
- Delitos de agresiones sexuales como acoso sexual, abusos sexuales, corrupción de menores y prostitución.
- Y otros como las calumnias e injurias, delitos relativos a los consumidores de sustancias ilegales, sustracción o secuestro de menores, delito contra la seguridad vial, tráfico de influencias, delito de narcotráfico, etc.
Además de estos, la era digital ha planteado una nueva manera de cometer faltas legales, que son catalogadas como delitos informáticos como la estafa, la pornografía infantil, delito de phising, robos de identidad por redes sociales, cyberocupación de dominios y terrorismo informático. A todos estos escenarios, los abogados penalistas deben tener la preparación adecuada para ayudar a sus clientes.
¿Cómo elegir a un abogado derecho penal?
Cuando está en juego algo tan importante como la libertad, no se puede dejar al azar el hecho de elegir a un profesional que le ofrezca una defensa. Los abogados encargados de resolver estos casos deben ser profesionales comprometidos con la causa, con una gran formación y experiencia para hablar en nombre de la justicia.
Aunado a estos requisitos, debe tener la suficiente sensibilidad y entereza para comprender la situación por la que está atravesando su cliente. Estos procesos son delicados ante la ley y, por ende, merecen ser atendidos por expertos que estén dispuestos a llegar a una solución justa.